¿Qué es la mastitis?
La mastitis es una inflamación de las glándulas mamarias, generalmente causada por una infección bacteriana. Esta afección es más común en mujeres que están amamantando, aunque también puede afectar a mujeres que no están amamantando y, en raras ocasiones, a hombres.
Tipos de mastitis
Mastitis Lactacional:
La mastitis lactacional es una forma específica de mastitis que afecta a las mujeres que están amamantando. Es una inflamación de las glándulas mamarias que generalmente se produce debido a la obstrucción de los conductos de la leche o a una infección bacteriana en el tejido mamario.
Otros trastornos mamarios no relacionados con la lactancia:
A pesar de tener síntomas similares a veces, cada uno de estos trastornos requiere un tratamiento específico, por lo que es importante un diagnóstico correcto.
Mastitis Granulomatosa:
Trastorno mamario raro que no está relacionado con la lactancia. Puede causar una masa mamaria dolorosa, cambios en la piel y otras complicaciones. Para diagnosticarla, a menudo se necesita una biopsia y se puede usar la ecografía para ver la afección.
Mastitis Periductal:
Problema no relacionado con la lactancia y generalmente afecta a mujeres más jóvenes. Puede causar una masa mamaria, dolor y abscesos. El diagnóstico se realiza mediante la evaluación clínica y las pruebas de imagen, como ecografía y mamografía.
Tuberculosis Mamaria:
Infección poco común causada por Mycobacterium tuberculosis. Puede parecerse a otras afecciones mamarias y generalmente causa una masa firme y adenopatía axilar. El diagnóstico se realiza mediante biopsia y, si se sospecha, se realiza una radiografía de tórax.
El tratamiento varía según la afección y puede incluir antibióticos, corticoides, cirugía o terapia antituberculosa, según el caso. La elección del tratamiento depende de la gravedad y la extensión de la enfermedad, así como de la respuesta al tratamiento.
En resumen, estos trastornos mamarios inflamatorios pueden ser problemáticos pero no cancerosos, y el tratamiento adecuado depende del diagnóstico y la gravedad de la afección. Consulta con tu ginecólogo, evita fumar y realiza periódicamente las pruebas necesarias para descartar otras afecciones si tienes más de 40 años