Las uñas encarnadas que no están infectadas normalmente se pueden tratar en casa. Sin embargo, si la uña del pie ha perforado la piel o hay algún signo de infección, busca tratamiento médico. Los signos de infección incluyen:
• calor
• pus
• enrojecimiento e hinchazón

Tratamiento en el hogar

Para tratar una uña encarnada en casa, intenta sumergir los pies en agua tibia durante de 15 a 20 minutos tres o cuatro veces al día (en otras ocasiones, los zapatos y los pies deben mantenerse secos).
Después, retira la piel del borde de la uña del pie con una bola de algodón empapada en aceite de oliva.
Si te molesta mucho puedes tomar medicamentos de venta libre, como paracetamol, para el dolor.
Prueba los tratamientos caseros durante unos días. Si el dolor empeora o le resulta difícil caminar o realizar otras actividades a causa de la uña, consulta a un profesional.
Si la uña del pie no responde a los tratamientos caseros o se produce una infección, es posible que necesites cirugía. En caso de infección, suspende todos los tratamientos caseros y consulta a un médico.

Tratamiento quirúrgico

Existen diferentes tipos de tratamientos quirúrgicos para las uñas encarnadas. La extracción parcial de la uña solo implica quitar el trozo de uña que se está clavando en la piel. Tu médico adormece el dedo del pie y luego estrecha la uña del pie. La eliminación parcial de las uñas es 98% efectiva para prevenir futuras uñas encarnadas.
Durante una extracción parcial de la uña, los lados de la uña se cortan para que los bordes queden completamente rectos. Se coloca un trozo de algodón debajo de la parte restante de la uña para evitar que la uña del pie encarnada se repita.
La extracción total de la uña se puede usar si la uña encarnada se debe a un engrosamiento. Tu médico le aplicará una inyección local para el dolor y luego extraerá toda la uña en un procedimiento llamado matrixectomía.

Complicaciones de las uñas encarnadas

Si no se trata, una infección de la uña encarnada puede causar una infección en el hueso del dedo del pie. Una infección en las uñas de los pies también puede provocar úlceras en los pies o llagas abiertas y una pérdida de flujo de sangre al área infectada. Es posible que el tejido se deteriore y muera en el sitio de la infección.

Una infección en el pie puede ser más grave si tienes diabetes. Incluso un pequeño corte, raspadura o uña encarnada puede infectarse rápidamente debido a la falta de flujo sanguíneo y sensibilidad nerviosa. Consulta a tu médico de inmediato si tienes diabetes y te preocupa una infección de la uña encarnada.

Si tienes una predisposición genética a las uñas encarnadas, es posible que vuelvan a aparecer o que aparezcan en varios dedos a la vez. Tu calidad de vida puede verse afectada por el dolor, las infecciones y otros problemas dolorosos en los pies que requieren múltiples tratamientos o cirugías. En este caso, tu médico puede recomendarte una matrixectomía parcial o total para quitar las uñas de los pies que causan el dolor crónico.

Prevención de uñas encarnadas

Las uñas encarnadas se pueden prevenir haciendo varios cambios en el estilo de vida:

• Córtate las uñas de los pies en línea recta y asegúrate de que los bordes no se curven hacia adentro.
• Evita cortarte las uñas de los pies demasiado cortas.
• Usa zapatos, calcetines y medias que te queden bien.
• Usa botas con punta de acero si trabaja en condiciones peligrosas.
• Si las uñas de los pies están anormalmente curvadas o son gruesas, es posible que sea necesaria una cirugía para prevenir las uñas encarnadas.